Todo cambia, todo fluye

Se atribuye a Heráclito aquello de que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río, puesto que todo está sujeto a un continuo cambio, tanto las personas como las corrientes. Por esta misma razón, nuestros viajes casi siempre varían con respecto a los anteriores. Se añaden yacimientos, se quitan otros, en la ilusa búsqueda de la perfección.
Durante la última ocasión que estuvimos en Turquía dimos la sorpresa de visitar Laodicea ad Lycum al ocaso, pero sólo una horita y nos supo a muy poco, de manera que en la próxima edición -¡el mes que viene!- vamos a dedicarle toda una tarde, lo merece (¡últimas plazas en nuestra web!).
Pero entonces, si queremos mantener el mismo número de días, ¿qué sacrificamos? Bodrum, la antigua Halicarnaso, puesto que en octubre, de camino a Licia, será nuestra primera parada, y, con todo el dolor de nuestro corazón, la vieja Constantinopla, hoy Estambul, ¡pero vamos a recorrerla durante toda una semana a finales de agosto!
Fruto también de estas nuevas modificaciones es nuestra salida por Esmirna, y claro, de camino coge Sardes, la capital del reino de Lidia…

¿Oís ya de lejos, como nosotros, la maravillosa banda sonora de «El paciente inglés»?

 

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